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domingo, 1 de julio de 2012

La Ley y la ética

1 En los casos de maltrato y abuso intervienen jueces/zas, psicólogos/as psicoanalistas, maestros, médicos/as, psicopedagogos/as, la escuela como institución, etcétera, y no siempre intervienen bien. Se vuelve a revictimizar a la víctima, se la confirma en ese lugar. Desmentimos, negamos, usamos cualquier justificación para no ver, ¿para no analizar? y así somos cómplices con nuestro silencio, nuestra pasividad y nuestras excusas y así la función paterna vuelve nuevamente a fallar; estamos en una época de pobreza, no solo material sino también simbólica. Se revictimiza a las víctimas y ahora también a los/as profesionales que podrían ayudarlas


 La violencia de género no es azarosa: su direccionalidad hacia las mujeres y los niños/as perpetúa el sometimiento al orden establecido de subordinación y control. Debemos reintroducir la legalidad que se encuentra en jaque. Hay un niño que padece, que viene o lo traen a pedir ayuda. Hay que hacer algo “aquí y ahora, ¡ya!”: eso es la urgencia, pero ¿cómo operar en ella, en las situaciones que muchas veces aparecen como fuera del discurso, del lazo social? Si el infans no es alojado y amparado, quedará dañado en su subjetividad, y en los casos más extremos, será sólo un objeto para el goce del otro, un objeto al que se puede humillar, golpear, herir o violar, y que sólo tendrá valor como objeto de consumo .Para el perverso, para el golpeador, para el abusador, es imposible la terapia, hay que intervenir para limitar la acción. Un niño/a posee un cuerpo habitado por una subjetividad pero para el perverso ese cuerpo será solo para su propio goce, goce que se inscribe brutalmente en el cuerpo infantil


 La desmentida y la negación son los mecanismos principales que acompañan al abuso; el secreto y/o la amenaza son condiciones necesarias. Si existe incesto el niño/a debe escindir al abusador en padre que lo cuida y padre que lo somete y entonces para no enloquecer, para sobrevivir, disocia y este es uno de los motivos de la repetición posterior. Los niños “no pueden irse, solo rompen la escena” Un hijo tiene derechos en función de su interés y de su bienestar, pero para la realización de estos necesita una filiación paterna, en tanto derecho universal. De esta manera tanto el padre como el Estado deberán velar por los derechos del niño, compartiendo esa función de cuidado y amparo. Entonces, ya no es más sólo el derecho del padre sobre el hijo, sino también el derecho del hijo. Pero ¿cómo sostener un padre de palabra y no como imagen? Todo adulto encarna a un padre, por eso todo abuso es incestuoso. El niño/a es además sujeto de derecho garantizados por la constitución. La terapia debe proporcionarle un espacio para volver a simbolizar, como dice Silvia Bleichmar: “Estamos acá para que vos no te conviertas en ese que tanto daño te hizo”, para que no se transforme en niño víctima, para que pueda inscribir la violencia y el abuso como traumáticos. “Niño víctima de violencia y/o niño abusado” son rótulos de los cuales es importante correrlo para que advenga el verdadero sujeto deseante. El niño habla, dice. Sólo hay que ubicarse y escuchar. El analista opera desde ese lugar doble: de objeto de la pulsión parcial y sujeto supuesto saber 2


  “Querido padre: Me preguntaste una vez por qué .. te tengo miedo. Como de costumbre, no supe qué contestar, en parte, justamente por el miedo que te tengo, y en parte porque en los fundamentos de ese miedo entran demasiados detalles ...Y, aunque intente ahora contestarte por escrito, mi respuesta será, no obstante, muy incomprensible, porque también al escribir, el miedo y sus consecuencias me inhiben de solo pensar en ti”


 Contra este tipo de padre la sociedad no ha podido revelarse aún. Sigue impune porque es el padre. El patriarcado le rinde culto cuando generaliza la necesidad del vínculo con el padre biológico y/o legal para la constitución normal de la subjetividad infantil. El padre fortalece el desarrollo del psiquismo infantil, este déspota, padre de la horda que posee todas las mujeres, lo aniquila. Así también sucede con otros padres sustitutos, autoridades, maestros, jueces, etc. si también son despóticos Frente a la impunidad de la crueldad, el otro progenitor puede haber sido copartícipe de la malignidad, o inductor/a de violencia; o puede haber sido arrasado/a o paralizado/a a su vez; o bien, puede haber operado como figura que defiende, ampara e instala terceridad.

 Debemos acceder a la dimensión política del tema. La fórmula del feminismo “lo personal es político”, ingresa nuevamente en el espacio terapéutico para que sea posible procesar un posicionamiento distinto a la ubicación histórica de las mujeres y los niños como víctimas pasivas de la violencia sexual de varones. Si analizamos como está organizado el sistema patriarcal, vemos que la existe una división de roles sexuales con atributos jerárquicos implícitos.

 El rol de la mujer es reproductor, doméstico, con su sexualidad controlada. El discurso del patriarcado sobre las mujeres se basa en una “naturaleza femenina” que convalida la dependencia de las mujeres Colette Soler, sostiene que el capitalismo no es solo el régimen de la explotación del proletario por el capitalista sino que los lazos que propone son con los objetos de la producción/consumo. Pero ya sabemos que no hay lazo social sin las producciones de lo simbólico y por ello Freud señalaba que la renuncia a la satisfacción no es sin consecuencias, y la neurosis es la prueba de ello. Privados de nuestro capital simbólico, los padecimientos procedentes de las renuncias pulsionales se tornan insoportables .

Sin capital simbólico, frente a la imposición sistemática del empuje al consumo de objetos, el acto no encuentra mediatización. Por eso la enfermedad del capitalismo es la angustia por la destitución subjetiva, rebautizada estrés, presión, ataque de pánico, etc. Pierre Bourdieu dice que el capital simbólico suma los saberes transmitidos incluyendo los valores estéticos, morales, religiosos, que son los que permiten dar un sentido a las tribulaciones y soportarlas. Si hablamos entonces de este padre despótico vemos que elude la ley, no va preso, por ejemplo un abusador confeso del delito de promoción de la corrupción de un menor irá preso, pero sólo un mes ya que el chico abusado teme más a la revictimización que sufrirá en el juicio (y no es paranoia) que a la libertad del abusador. En otro caso alguien mandó a matar a la ex mujer y fue beneficiado por el desconocimiento de los jueces de la característica doble fachada de los violentos, la perspectiva de género y la ley 26.485, de Protección Integral a las mujeres y por último un conocido sacerdote condenado por pedofilia sigue libre 3


  No se trata de hablar, ni tampoco de callar; se trata de abrir algo entre la palabra y el silencio. Quizá cuando transcurra todo, también la palabra y el silencio, quede esa zona abierta como una esperanza hacia atrás. Y tal vez ese signo invertido constituya un toque de atención para este mutismo ilimitado donde palpablemente nos hundimos.".


El patriarcado realiza también una construcción cultural de la maternidad :la mujer solo es madre en potencia, en deseo y necesidad, o sea sitúa a las mujeres dentro del ámbito de la reproducción biológica, negando su identidad fuera de la función materna. Como dice Diana Maffia "Los argumentos biologicistas son extremadamente peligrosos en relación a los derechos..." No existe el instinto maternal, la maternidad es una función que pueden o no desarrollar las mujeres por lo cual no hay garantías de que a pesar de la prematuración y la indefensión con la que el infans nace, sea mecido en los brazos del Otro primordial, o sea acunado por el deseo del Otro.

 La función del Otro (el entorno familiar, social e institucional) tiene un efecto en lo genético y en la maduración En el conflicto entre pulsión y cultura, para aprender que “no todo es posible”, interviene la función paterna, tanto para la madre como para el niño y cuando esto funciona, el sujeto anuda un lenguaje y conoce el saber sobre el cual se construyen las leyes. Puede haber tantos padres como soportes de la función simbólica del lenguaje Pero a pesar de ello aun algunos psicoanalistas creen que " los crímenes que provoca el machismo representan el fallido intento de neutralizar a una madre que, en el fantasma del hombre, aparece como total y omnipotente

. Poco importa si la mujer, actualizada en carne y hueso, es una mujer débil o sometida”. O sea todavía se sostiene que la víctima es culpable, sin recordar que muchas veces pueden haber quedado tan afectadas por los actos aberrantes, con tan poca capacidad de tramitar lo sucedido (y en los casos de violencia el trauma es crónico) que no pueden accionar. Lo que necesitan una escucha atenta, no iatrogénica y que las autoridades las protejan y apliquen la ley 26485, porque si decimos que la culpa es de las víctimas, entonces estamos permitiendo que se las sigue asesinando, explotando sexualmente, abusando, etc. Los hijos e hijas que se crían en familias donde se desvaloriza a las mujeres, donde observan como la madre es sometida a maltratos y humillaciones, hasta que finalmente decide terminar con la situación, corriendo así el riesgo de morir, ¿repetirán la historia por culpa de la madre o simplemente se identificaran con el agresor porque es una posición que no los deja tan vulnerables?

¿Se podrán superar estas situaciones cuando en los medios, en la justicia, en las comisarias (todo esto con honrosas excepciones) se justifica el machismo y el sometimiento de las mujeres y los niños? Cuando conocidos pedófilos como Richard Gardner son exaltados por algunos a pesar del descrédito científico que su supuesto síndrome tiene y que hasta el sentido común indica que la razón más probable para que un niño rechace a un progenitor es la propia conducta de ese progenitor ¿Tenderemos a pensar que quienes matan y abusan mujeres y niños/as son, tal vez, enfermos?, sin ver que generalmente saben muy bien donde golpean , donde hieren y donde matan impunemente?, dejaremos cada vez mas se instale en algunos ámbitos tribunalicios más la idea de las falsas denuncias, desalentando a aquellos/as profesionales que intenten defender estos casos en la justicia y que luego se los enjuicie por daños y perjuicios o por fin usaremos la ética para situarnos claramente en contra de todo esto.

 Bibliografia

 Fernandez Ana Maria “UN MODO PARTICULAR DE PADECIMIENTO ”La crueldad es familiar Tubert Silvia La sexualidad femenina y su construcción imaginaria
 Kafka Franz Carta al padre 1919
 Bleichmar Silvia, Conferencia “Derechos de los niños. Perspectivas desde el cuidado y la formación” Jornadas Interinstitucionales de Políticas de protección integral de derechos de niños niñas y adolescentes. Buenos Aires. Septiembre de 2006
. Batista, M, Bordes C. y Gioscia G. E, padre que te tocó
 Fridman Irene La víctima y su acto
 Soler Colette Los afectos lacanianos
 Freud, S El Malestar en la cultura
 Poesía Vertical XII-2. Roberto Juarroz
 Calcagnini, Cristina: “Avatares de la dirección de la cura en la clínica con niños”, biblioteca E.F.B.A., 2003 Ley 26.485 - Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
 Casarella, J. A. Cap. “¿Qué niño?” en Donghi, Alicia (comp.), Variantes de la consulta ambulatoria, Buenos Aires, JVE, 2000.
 González G Un síndrome inexistente (Ipse dixit) en www.licgracielagonzalez.blogspot.com.ar